Por Jesús Michel Narváez
Conocidas las aspiraciones de Humberto Moreira por dirigir al PRI, muchas dudas han surgido.
Nadie ignora sus nexos con la poderosa lideresa del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, Elba Esther Gordillo Morales.
Y nadie desconoce que fue defenestrada en 2004, cuando sin que mediara razón alguna, por lo menos hasta ahora conocida, fue relevada de la coordinación del grupo parlamentario del PRI en la Cámara de Diputados…
Poco después, también fue reducida en la secretaría general del CEN del PRI y a la renuncia de Roberto Madrazo para convertirse en candidato a la Presidencia de la República se le impidió ascender y se nombró a Mariano Palacios Alcocer en una elección nada clara, aunque apegada a estatutos.
La ruptura de Elba Esther con el PRI fue de pronóstico reservado. Inició una campaña en contra de Roberto Madrazo de quien preguntaba: ¿tu le crees?… yo tampoco.
Se alió con el PAN. Apoyo a Felipe Calderón. Dice que lo hizo ganar. Su poder creció. Le dieron el registro de un partido, su partido, el Panal. Le dieron posiciones: la Lotería Nacional , la Subsecretaría de Educación Básica, el ISSSTE, un senador, 9 diputados federales.
Y el control absoluto del sindicato de maestros.
A lo largo de seis años, Elba Esther ha demostrado tener suficiente poder como para inclinar la balanza en diversas elecciones. Puebla y Oaxaca son ejemplo de ello.
¿Cómo, entonces, un aliado de una enemiga del PRI podría llegar a dirigirlo?
Hay quienes afirman que el gobernador del estado de México, quien lleva una sólida relación con la maestra, apoyaría a Moreira.
De ser cierto esto, sería un reconocimiento del PRI al poder de Elba Esther y lo que estarían buscando sus dirigentes reales sería contar con su apoyo, el apoyo de los votos de los maestros, para la elección del 2012.
Se presenta, sin embargo, un problema: el choque entre Manlio Fabio Beltrones, Emilio Gamboa Patrón, Francisco Rojas Gutiérrez y Emilio Chuayffet, entre otros, con la maestra.
Todos ellos representan intereses partidistas de peso. Y estarían en condiciones de vetar a Humberto Moreira y con él, el posible regreso, porque nunca fue expulsada, de Elba Esther Gordillo Morales a los planos estelares del priísmo.
¿Y los otros aspirantes?...
Emilio Gamboa, Fidel Herrera , Ulises Ruiz… ¿se quedarán con los brazos cruzados?
Un asunto que dará mucho de qué hablar en las próximas semanas.
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