El acarreo de Marcelo

Imagen: El porvenir. com

Por Jesús Michel Narváez

Pasan los años y nacen nuevos partidos, surgen nuevas y renovadas instituciones, se presenta la alternancia y la democracia avanza.

Bueno, cuando menos eso está en el papel.

La realidad, la terca realidad, es bien distinta.

Aquella vieja práctica del acarreo tan socorrida y a lo mejor inventada y patentada por el PRI, y que durante los últimos cinco lustros ha sido atacada para exterminarla, ha resistido todos los embates y está más viva que nunca.

Le doy un ejemplo.

Ayer utilicé la carretera Toluca-México. Eran alrededor de las 4:30 de la tarde. Desde la entrada a Ocoyoacac, el tránsito se volvió lento. A vuelta de rueda.

¿Un accidente?, preguntó mi esposa.

No supe responder. Seguí pegado al volante. Lento… lento el avance.

Después de recorrer 12 kilómetros y llegar a La Marquesa, descubrí qué detenía el tránsito: unos 500 camiones de pasajeros que transportaron a cuando menos 20 mil personas al mitin de Marcelo Ebrard celebrado en Toluca al filo del mediodía.

Esta mañana leí las crónicas de lo ocurrido. El Jefe de Gobierno del Distrito Federal, que el sábado expresó “estoy en Toluca porque puedo y porque quiero”, acudió ayer domingo a la Plaza de los Mártires, en Toluca, para encabezar el mitin en contra de la llamada Ley Peña, la que prohíbe las alianzas con candidatos comunes pero no para presentar candidato único.

En Toluca, dicen las crónicas, alrededor de 25 mil personas, perredistas la mayoría de ellas, acompañaron al político que pretende ser candidato del PRD a la Presidencia de la República en el 2012.

Sí, 25 mil personas, de las cuales, cuando menos 20 mil fueron llevadas de otros lugares… acarreadas, pues.

¿Dónde quedó la militancia real?... ¿dónde está la forma nueva de convencer a la gente?... ¿cómo presumir un mitin si se realiza con personas que son llevadas de otros lugares, se les paga el transporte, se les dan las consabidas tortas y el chesco además de una lana por asistir?

Pasan los años, avanzan las instituciones, surgen nuevos partidos, hay corrientes renovadoras…. pero el acarreo parece haber llegado para quedarse.

¿O no don Marcelo?

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