Ofenden la inteligencia del pueblo

Ofenden la inteligencia del pueblo

Por Jesús Michel Narváez

Ofender la inteligencia de los mexicanos, de los ciudadanos, del pueblo, pues, parece ser la prioridad de los servidores públicos.

Cuando no es Gloria Guevara, la secretaria de Turismo la que dice que para ser considerado turista hay que reservar en hoteles, en autobuses, en aviones, en restaurantes, es el secretario de Hacienda, Ernesto Cordero Arroyo el que nos dice que la inseguridad no incide en las inversiones extranjeras.

También Heriberto Félix Guerra, el responsable de la política social del país, le entra a las perogrulladas. Afirma que en 2015 deberá desaparecer la pobreza, pero los programas destinados a combatirla y sacar de ella a 20 millones de mexicanos, no tienen recursos porque la Presidencia de la República destina mayores presupuestos a gastos personales y gasto corriente… y se suma el secretario de Economía, Bruno Ferrari, quien sostiene que un acuerdo de libre comercio con brasil beneficiará a los productores de… ¡calzado!

O la señora secretaria de Relaciones Exteriores, Patricia Espinosa, quien ante senadores se llena la boca para decir que la austeridad es la forma de vida de la diplomacia mexicana mientras las denuncias por los derroches de embajadores y cónsules se multiplican.

Qué decir del secretario de Educación, Alonso Lujambio, quien se mete en problemas por no pensar lo que dice o por suponer que nadie se fijará en lo que habla. Allí está el caso de la sexualidad entre jóvenes de secundaria y preparatoria, de la que dice la SEP no la impulsa sino simplemente orienta a los estudiantes de los riesgos de embarazos… dice que la dependencia a su cargo no regalará condones, sino información.

Por supuesto que Rafael Elvira Quesada, el responsable del Medio Ambiente, no se queda atrás. Su insistencia de que el derrame petrolero de la British en aguas del golfo de México no llegará al país, quedará para la historia porque ya hay visos claros de los efectos.

Dejar fuera al gobernador del Banco de México, Agustín Carstens, sería un error. De su gripita a la pulmonía no hay diferencia… según él. La crisis económica no existe y prueba de ello es que el Banco de México, que conduce desde enero de este año, tiene reservas por cerca de 110 mil millones de dólares. Los desempleados, los retrasos en los pagos de créditos, el incremento de usuarios financieros en el Buró de Crédito, el aumento del comercio o empleo informal, todo ello son mitos geniales, como diría el ínclito millonario y socio de una línea aérea, Pedro Aspe Armella, cuando se desempeñó como responsable de las finanzas públicas.

Cómo dejar fuera al secretario de Seguridad Pública Federal, Genaro García Luna. Creador de la Agencia Federal de Investigación, sucesora de la Policía Judicial Federal, hoy llamada Policía Ministerial y desde principios de este régimen responsable de la Policía Federal, está fuera de serie. Presenta a los criminales que detiene, confiesan sus delitos ante las cámaras y los micrófonos y frente a miles de televidentes y radioescuchas y después el procurador general de la República las invalida… ¡porque no había un abogado defensor o no se hicieron frente al ministerio público! (Caso de la Barbie)

Y el procurador, Arturo Chávez Chávez, no da una. aunque heredó el michoacanazo, no ha tenido la capacidad de mantener en la cárcel a los acusados… al diputado Julio César Godoy ya lo involucró con la venta ilegal de fierro a China y amplía su petición de juicio político, pero nada actúa en contra de la parte compradora. ¿Acaso no peca tanto el que mata a la vaca como el que le agarra la pata?

Vaya, se acabaría el espacio si escribiéramos todo el tiempo de la forma en que los funcionarios públicos ofenden la inteligencia de los mexicanos, de los ciudadanos, del pueblo, pues.

Será tema de discusión.

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