Misión Política

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Distrito Federal, Mexico
JESÚS MICHEL NARVÁEZ, periodista profesional. Ha trabajado en El Universal, El Universal Gráfico; dirigió El Periódico de México y durante 25 años ha prestado sus servicios en El Sol de México y la Organización Editorial Mexicana. Es director general de MISIÓN POLÍTICA y ha formado parte, como asesor externo, de los diputados Arturo Nuñez Jimínez y Emilio Chuayffet Chemor, cuando fungieron como coordinadores del Grupo Parlamentario del PRI.

martes, 15 de febrero de 2011

Sarcozy y el recuerdo del Imperio

Por Jesús Michel Narváez

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Sin polemizar, pero el señor Nicolas Sarcozy vive en el pasado…
Seguramente recuerda la segunda intervención francesa en México, que fue el segundo conflicto armado entre nuestro país y Francia.
Y seguramente le duele todavía haber perdido la batalla, que no la guerra, de Puebla a manos de aquellos Zacapoaxtlas que, con machete en mano, hicieron correr a los integrantes del más imperial de los ejércitos de tierra.
Seguramente el señor Sarcozy no ha leído la historia y no está enterado de que Francia ya no es el imperio colonizador ni conquistador que dirigió y Napoleón.
Seguramente al señor presidente de Francia no le han informado que el vecino de México se llama Estados Unidos.
                                                                                Archivo
Y seguramente ignora o lo quiere hacer, que en México tenemos un Sistema Judicial, con defectos, con corrupción, con jueces que podrían ser juzgados, pero al final de cuentas es nuestro Sistema Judicial y éste ya determinó que la señora Florance Cassez es responsable del delito de secuestro.
Están las evidencias y las pruebas… están los testimonios y también, por qué negarlo, el montaje ordenado por funcionarios del gobierno mexicano.
Pero más allá de las especulaciones, más allá de las amenazas, más allá de las confrontaciones, el señor Sarcozy está obligado a entender que México tiene sus propias reglas jurídicas, avaladas por la comunidad internacional y en las que nadie tiene derecho a meterse, y menos desde el exterior.
No es válido que el presidente francés, cuya popularidad cae como canica en el tobogán y cuya frivolidad es su carta de presentación, decidiera utilizar el año de México en Francia para defender a una persona que ha sido juzgada y encontrada culpables.
Válida, en cambio, la postura del gobierno mexicano: cancelar todas las actividades del año de México en Francia.
El arrogante presidente francés tiene que entender que el México del 2011 no es el de 1861 y que Francia no es, ni con mucho, el imperio que conquista y destruye.

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lunes, 14 de febrero de 2011

Lázaro no caminó… ni “andó”

Por Jesús Michel Narváez

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Contrario a lección bíblica, Lázaro no se levantó ni tampoco quiere andar.
Porque a diferencia del Lázaro, de Betania, éste es de Michoacán y no estaba enfermo y tampoco vivía en Judea sino en Estados Unidos.
El de Michoacán decidió que no estaba preparado para hacer resurgir de sus cenizas al Ave Fénix que, como Ícaro, quemó sus alas al volar al sol… azteca.
El jefe de gobierno del Distrito Federal, Marcelo Ebrad, en una acción que en política podría encuadrarse en el “madruguete”, anunció que le había pedido a Lázaro Cárdenas Batel presentarse ante los perredistas como el hombre que buscaría dirigir sus destinos por los próximos cuatro años.
La jauría se desató.
Las tribus, 8 de las 12, no compartieron la forma en que fue destapado el que fuera gobernador de Michoacán por herencia y además por su alejamiento del accionar político de su partido.
Lázaro pretendió heredar también la candidatura presidencial hace cuatro años; Andrés Manuel López se lo impidió.
Y al término de su mandato en Michoacán, hace tres años, decidió que lo mejor era alejarse e iniciar, según sus propias palabras, nuevos proyectos a favor de los migrantes mexicanos.
Ahora su argumentó es que no podría atender de tiempo completo la dirigencia del PRD por estar, justamente, empeñado en sus proyectos en Estados Unidos. Como si en México no hiciera falta acciones de este tipo. Ah. Claro, es por la seguridad y porque vivir del otro lado de la frontera da “status”.
¿Quién entonces para dirigir el PRD?
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Si Lázaro no se levantó, surgen nombres pero de pequeña escala: el senador Alfonso Sánchez Anaya, exgobernador de Tlaxcala; Javier González Garza, exdirector del Metro y exdiputado federal, coordinador en su momento de la mayor bancada del PRD en San Lázaro; Jesús Zambrano Grijalva, diputado federal, conocido como el Chucho menor, vicepresidente de la mesa directiva de la Cámara de Diputados y anhelante de convertirse en el primer diputado de la izquierda en presidirla; Martí Batres Guadarrama, secretario de Desarrollo Social del gobierno del DF y cercano colaborador de Andrés Manuel López; Dolores Padierna, rijosa lideresa exdelegada en Cuauhtémoc y quien se refería a quien le reclamaba sus acciones con el estribillo de quiere llorar… quiere llorar.
No hay mucho hacía donde mirar.
El PRD no se une.
El PRD se desmorona.
Ello permitiría que Jesús Ortega Martínez, el actual dirigente que no líder, permaneciera hasta noviembre en la presidencia del PRD y se desconocieran los acuerdos de la Comisión Política y del Consejo Político que determinaron la terminación de la gestión el 19 de marzo, para dar paso a otra dirigencia que se encargara ya de la nominación de candidatos a las elecciones de julio próximo.
Pareciera que Ortega está apostando todo para que no haya quién acepte ser su sucesor.
Pareciera que conviene a los intereses del panismo quedarse al frente del PRD.
Pareciera que se enderezara una acción concertada a favor de Marcelo Ebrard y en contra de Andrés Manuel López.
Todo es hipotético.
Porque en el PRD no hay posibilidad de entender lo que en las mentes de sus dirigentes, de los líderes de las tribus, se está fraguando.
Lo que se acerca a la verdad, es la división interna y la falta de liderazgos para conducir a la llamada, lo que aún queda, izquierda de México.
¿Se levantará finalmente Lázaro y caminará después de darse por muerto y pedir que le respeten su última voluntad?

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miércoles, 9 de febrero de 2011

¿Nueva invasión anunciada?


Por Jesús Michel Narváez

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Primero fue Hillary Diane Rodham Clinton el 26 de septiembre del año pasado.
Descubrió que en México había narcoinsurgencia.
El vocero para asuntos de seguridad nacional, Alejandro Poiré, la desmintió.
Ahora fue el subsecretario del ejército de Estados Unidos, Joseph W. Westphal, quien puso las cartas sobre la mesa y alertó que el crimen organizado tiene el potencial para tomar el control del gobierno en México, por lo que no descartó la posibilidad de que efectivos militares de estados unidos peleen contra esa insurgencia en la frontera común e inclusive cruzándola.
Una advertencia que después fue corregida. Al igual que con Hillary, llegó el desmentido.
Sin embargo, no hay que perder la pista ni el piso.
Dos personajes, la número dos de Estados Unidos, y el tercero en el mando militar, hablan de la narcoinsurgencia, del riesgo para Estados Unidos, de la posibilidad de desestabilizar al gobierno legalmente constituido en México.
Advertencia que debe llamar a la reflexión, porque no es la primera ocasión en que desde Washington se expresa la preocupación por el avance del crimen organizado en México y las consecuencias para Estados Unidos de no frenarla.
Hay una iniciativa, la Mérida, con la cual Estados Unidos “colabora” con México en la guerra iniciada por el presidente Calderón para combatir a quienes, en efecto, se apoderaron de espacios y se convirtieron en gobierno… pero nada más… los estadounidenses no impiden la exportación de armas, no controlan el consumo de drogas, no capturan a capo alguno en su territorio… como si allá, en Estados Unidos, no hubiera criminales… como si no operaran.
Bastaría preguntarse ¿cómo se distribuye la droga en Estados Unidos…esa droga que viaja de México?... ¿quiénes hacen ese trabajo?... ¿los migrantes mexicanos?
¡Por supuesto que no!
Y el mensaje de Westphal es lo suficientemente claro como para no tomarlo en cuenta.
En Estados Unidos no descartan la posibilidad de una nueva invasión, como la de 1914, para proteger sus intereses.
¿Y los intereses de los mexicanos?
Esos no importan.
Valdría la pena esperar que el gobierno federal, que el Congreso de la Unión, que los gobernadores, que los partidos políticos, cerraran filas en torno a un solo tema: la soberanía de la nación.
Y no es recomendación cursi.
Las advertencias han sido pronunciadas.
¿Acaso estamos sordos, ciegos y con deficiencia mental para no darnos cuenta?

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martes, 8 de febrero de 2011

El travestismo político

Por Jesús Michel Narváez

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¿Dónde quedó la decencia en la política?
¿Por qué se lo digo?
Revise usted cómo se gestan las elecciones en México.
Este año, para ya no repetir lo del pasado, van dos elecciones y los triunfadores no han sido ni de cerca militantes de los partidos con los que se alzaron la victoria.
¿Mala decisión de las dirigencias de los partidos?... ¿ambición de poder inconmensurable?
No lo sé.
Lo cierto es que Ángel Heladio Aguirre Rivero militó en el PRI por espacio de 32 años. En ese partido se forjó. Dentro de ese partido hizo carrera política. Gracias al PRI llegó a ser lo mismo diputado que senador y hasta gobernador sustituto.
Era, sin duda, el priísta mejor posicionado. Confiaba en ser el elegido de la cúpula tricolor y convertirse en el candidato que le regresara al PRI el gobierno de guerrero.
¿Qué pasó y por qué no fue el abanderado tricolor?
A ciencia cierta no se sabe. Se conoce, sí, que hubo presiones, se dice, de Manlio Fabio Beltrones y hay quienes afirman que también desde Los Pinos se impulsó la candidatura de Manuel Añorve Baños. (Esta versión surge de que el candidato derrotado, sin ser legislador, aparece en la tribuna de la Cámara de Diputados cuando Felipe Calderón asumió el poder)
Añorve ganó la alcaldía de Acapulco, no porque fuera la mejor opción sino por la división de las izquierdas.
Luis Walton se lanzó por Convergencia en tanto por el PRD fue Gloria Sierra López, candidata del gobernador Zeferino Torreblanca.
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Pero Añorve supuso que tenía los elementos para triunfar como candidato al gobierno y disputó la nominación hasta dejar fuera a Aguirre Rivero. Contó con el apoyo de dos exgobernadores: Rubén Figueroa Alcocer y René Juárez Cisneros.
A toro pasado, se advierte que en el PRI se equivocaron, como también se equivocaron en Sinaloa y a punto de ocurrir lo mismo, estuvo Durango.
El travestismo político está en todo su apogeo.
Y alcanzó al PRD.
Y con uno de sus militantes, hecho en casa como se diría, perdió el gobierno de Baja California Sur, que había gobernado por 12 años.
Marcos Covarrubias, que trabajó al lado de Leonel Cota Montaño cuando gobernó e inclusive lo acompañó en el CEN del PRD y más tarde se incorporó con Narciso Agúndez como secretario general de gobierno,.
Era el perredista mejor posicionado y con el que el partido del sol azteca podría haber ganado sin problema alguno. Y de paso, alargar su cacicazgo en Baja California Sur.
Pero al igual que en el PRI, en el PRD se cuecen habas. Y el gobernador Agúdez decidió que la mejor carta para cuidarle las espaldas era Luis Armando Díaz y arrojó al cesto de la basura a su mejor opción.
De inmediato el PAN cooptó a Covarrubias.
Y el resultado usted ya lo conoce.
¿Dónde quedó la decencia de la política?

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jueves, 3 de febrero de 2011

Desde ahora las divisiones; no quieren aprender en el PRI.

¿Qué le pasa a los priístas?
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Cuando parecía que caminaban en el mismo sentido para alcanzar la tan anhelada unidad, la fragilidad con la que construyeron sus acuerdos, se puso de manifiesto.
Manlio Fabio Beltrones -¿influyente?...¿golpeado por la cúpula con el caso Añorve?...¿se fue y se va por la libre?- presentó, en discurso no en papel como iniciativa, la propuesta de lo que sería, según su leal saber y entender, una “reforma hacendaria”, en la que se contempla la generalización del IVA al tiempo de que se reduce del 16 al 12 por ciento y se disminuye el impuesto sobre la renta del 28-30 al 25 por ciento.
Desde San Lázaro, el coordinador de los priístas, Francisco Rojas Gutiérrez –contador de profesión pero político por decisión- lanzó un “no” al IVA generalizado.
Y desde Xicoténcatl, el propio Beltrones reclamó: “si no les gusta, presenten otra propuesta”. Encontró el apoyo de Francisco Labastida Ochoa, quien aplicó un descontón de aquellos al exdirector de Pemex: “habló a título personal… no consultó con los diputados”.
Y como diría el compañero asexual de Batman: “santo bozal”.
Entre los congresistas del mismo hay divergencias. ¿A qué se deben?
Antes de la elección de Guerrero, en donde Manuel Añorve Baños fue impuesto candidato, se dice por el coordinador de los senadores tricolores –algo no demostrado pero cantado hasta el cansancio-, la relación Rojas-Beltrones caminaba por el mismo sendero. O así parecía. Inclusive, en el “destape” adelantado de Humberto Moreira, quien desde el gobierno de Coahuila manifestó su interés por dirigir al PRI cuando se hablaba de Emilio Gamboa para el cargo, no generó, por lo menos públicamente, división alguna. Gamboa se plegó y brindó todo su respaldo para que el coahuilense llegase con la unidad por delante.
También Fidel Herrera, quien había deslizado la posibilidad de sustituir a Beatriz Paredes se retiró de la contienda.
Vaya, se mostraba la unidad del tricolor.
Sin embargo, en las últimas horas se advirtió un “enfriamiento” entre quienes conforman la cúpula del priísmo nacional y que, a partir de marzo, tendrá otra composición.
Más clara la división, ni el agua. Mientras Manuel Añorve anuncia que iniciará una gira para agradecer a la gente que voto por él, en el cCEN preparan –dicen- un ejército de abogados para demostrar que hubo “cuando menos mil” acciones que pudieran ser causales de anulación de la elección en guerrero.
Y en el estado de México, su gobernador, Enrique Peña Nieto reconoce el triunfo de Ángel Aguirre Rivero y señala que así es la democracia: se gana y se pierde, apuntó el mandatario.
¿No es muestra de división que unos hablen en un tono y otros en contrario?
La afinación que mostraban los del coro tricolor comenzó a pederse. ¿Acaso el director de la orquesta no encuentra los papeles o no sabe leer música?
Sea como fuere, si desde ahora los priístas que tienen o dicen tener poder y control se dividen, habrá que imaginar lo que ocurrirá en el 2012.
Pierden la noción del tiempo los que se muestran hacia el exterior con posiciones encontradas. Y lo arrojan a la basura porque faltan cinco elecciones estatales este año y la joya de la corona es vista por las oposiciones –al PRI, por supuesto- como “alcanzable” después de que se demuestra que las alianzas pueden servir para derrotar al “invencible”.
Si Beltrones y Rojas, cada quien por su lado y con su gente, no entienden que el futuro del PRI es demostrarle a la gente que, en efecto y más allá del slogan, que sus militantes sí saben gobernar, la derrota los acompañará.
¿Será que la unidad en torno a Moreira es ficticia y que lo dejarán solo y con su alma en los comicios de Nayarit, Coahuila, estado de México y Michoacán?... ¿acaso Hidalgo sea la tumba del priísmo en materia municipal?
Ante los ojos de los observadores –dirán los actores principales que poco les importa-, Beltrones y Rojas lograron lo que el PRD y el PAN no alcanzó: que chocaran los trenes.
Sin ánimo de amarrar navajas, pero se advierte que está en juego la integración del comité ejecutivo nacional del PRI y que cada cual, como poderoso pastor, busca colocar a sus mejores opciones, personales y a lo mejor no políticas, en las posiciones relevantes y claves para los procesos electorales y el manejo del partido por los próximos 18 meses.
De seguir como hasta ahora, la división conducirá a tres puntos: no habrá reforma hacendaria –dicen que la debe proponer el Presidente y no los congresistas de oposición porque le hacen el trabajo sucio a Felipe Calderón-, no habrá unidad para avanzar en la laboral y la política y no habrá coordinación entre quienes pueden y deben esforzarse por convencer a las bases de que los candidatos del tricolor son los mejores.
¿Qué les pasa a los priístas?

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miércoles, 2 de febrero de 2011

Mario Marin "ni persecución, pero tampoco encubrimiento”

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Hace una semana, a Mario Marín le aplaudieron. Era su sexto y último informe de gobierno. Y en el mismo escenario, recibió el reconocimiento de quienes lo acompañaron por espacio de seis años. Ayer al mediodía, el abucheo llenó la sala magna del centro de convenciones –su magna obra urbana- y su sucesor lanzó el "ni persecución, pero tampoco encubrimiento”, para, en ese momento, escuchar los choques de las palmas que le dieron marca a la toma de posesión.
Rafael Moreno Valle, el panista, “porque mi partido ganó”, lanzó sus buenaventuras al viento y se dirigió a los gobernadores que lo acompañaron en la “transición” en el gobierno de puebla. Allí estaban los priístas Javier Duarte de Ochoa, Mariano González Zarur, César Duarte y Carlos Lozano de la Torre; allí estaban los aliancistas y perredistas Gabino Cué Monteagudo, Juan Sabines y Marcelo Ebrard Casaubón; allí estaban los panistas Juan Manuel Oliva, Marco Antonio Adame y Emilio González Márquez.
Y al centro, en la primera fila de 400 que formaron el auditorio y que en total representó a 23 mil personas –contadas con las sillas que estaban etiquetadas, dijo el responsable del resguardo silleril-, la figura: Elba Esther Gordillo Morales y cerca, Beatriz Paredes Rangel; allí hacían acto de presencia Javier Lozano –“mi paisano”, diría el nuevo gobernador-, Alonso Lujambio Irazábal, Salvador Vega Casillas y Daniel Karam. Invitados pero ausentes, por lo menos cuando inició la salutación, Bruno Ferrari, Juan Rafael Elvira Quesada José Antonio Meade.
En la misma fila pero de segundo nivel, Xavier Abreu, Miguel Agustín Limón y Consuelo Saízar. También el rector de la UNAM, José Narro Robles y la directora del IPN, Yoloxóchitl Bustamante.
Más allá pero en primer plano, los exgobernadores Melquiades Morales, Mariano Piña Olaya, Guillermo Jiménez Morales, y el abuelo, el que se llevó el aplausómetro: el doctor Rafael Moreno Valle. Manuel Bartlett estaba presente pero no fue mencionado.
Sin lucir pero presentes, Manuel Camacho Solís y Jesús Ortega. Repartiendo abrazos, César Nava, ya sin lentes; Gustavo Madero, solicitado por los reporteros que le insistían en las alianzas para el estado de México. Luis Videgaray, representante del gobernador Enrique Peña nieto, sonreía.
Acto masivo pero ordenado. Poco más de 23 mil personas en la explanada principal del centro de convenciones de puebla. Diferentes zonas y diferentes tratos. Los “vip’s” azules y los “vip’s” naranjas. El gafete más solicitado el de “staff”. Abría todas las puertas.
Mensaje del nuevo gobernador, el gobernador que rompió con los 80 años de priísmo, inició a las 12:28.
Párrafos devastadores: “Según Coneval, Puebla es el tercer estado más pobre de México”.
“Hoy el 59 por ciento de la familias poblanas, se encuentran en situación de pobreza patrimonial”.
“En materia de educación, existe un rezago de 480 mil poblanos, mayores de 15 años, que no saben leer y escribir”.
“Entre las entidades federativas, puebla ocupa el lugar 29, en porcentaje de afiliación al seguro popular”.
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Y vino el primero de tantos reclamos:
“…Puebla es el estado peor calificado a nivel nacional en materia de impartición de justicia”. (cuchicheos que recordaron al empresario Nacif Kamel).
Y vino el segundo jab:
“Según el índice de competitividad estatal, al cierre de 2010, se agotó la solvencia financiera del sistema de pensiones de puebla”.
Mario Marín, el gobernador que entregó, el mandatario que hizo justamente que Rafael Moreno Valle abandonara el PRI al cerrarle el camino para que fuera el sucesor de Melquiades Morales, escuchaba estoico. No movía un músculo de su rostro. Dirigía la mirada al sucesor. Todo le resbalaba.
Vino la revisión financiera. Y el párrafo 42 reveló:
“De acuerdo con la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, las obligaciones financieras del estado de Puebla, se incrementaron en 195%, al pasar de 3 mil millones de pesos en 2005 a 9 mil 100 en 2010”.
Murmullos en la sala.
Vendría el uppercut:
“Como parte del proceso de entrega-recepción, no tendremos más consigna que la aplicación de la ley. Haremos una revisión puntual, sobre el ejercicio de los recursos de la pasada administración. No habrá persecución, pero tampoco encubrimiento”.
Aplausos, diría Memo Ríos. Aplausos, repetiría el cómico. Aplausos, insistiría el comediante.
El aplausómetro, rendía frutos.
El nuevo gobernador estaba en su momento. Anunciaba la integración de un gabinete plural y con más mujeres que nunca.
Mensaje de 40 minutos. Dos docenas de aplausos.
Todos felices y contentos. “Vámonos para la casa Puebla”, clamaban los que ya tenían hambre. Comida a la que no todos estaban invitados.
Cambio de estafeta. Cambio de poder transición democrática.
Puebla inició, ayer, una nueva era de promesas y de compromisos que, dentro de seis años, podrán ser evaluados en su cumplimiento o en su inexistencia.

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martes, 1 de febrero de 2011

Los Tres Alegres Compadres


Por Jesús Michel Narváez

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Martes primero
Comienza el segundo mes del año y desde ahora ya hacen cuentas los tres alegres compadres.
Sí, Marcelo Ebrard, Jesús Ortega y Manuel Camacho Solís, suman esfuerzos, según ellos, para que México, sus estados soberanos, alcancen su libertad.
Son los adalides de la democracia.
Son los responsables del cambio.
Son aquellos a los que el dedo sagrado los iluminó para convertir a los mexicanos en verdaderos demócratas.
No se ría.
Eso pretenden demostrar los señores de las izquierdas.
A partir del resultado en la elección del domingo, en la que no gana un proyecto ideológico sino una ambición de poder, legítima si usted quiere pero al final ambición de poder, los tres alegres compadres no dejan de elogiar la trayectoria de Ángel Heladio Aguirre Rivero y no esconden su satisfacción por haber vencido al PRI…¡con un priísta!
Si uno suma las declaraciones triunfalistas formuladas desde la noche del domingo, se encontrará que los tres alegres compadres nos enseñaron el camino de la verdad y que son ellos los redentores y los libertadores de los mexicanos.
Nada más falso.
Desde ayer, decenas de analistas expusieron a toro pasado, que el PRI no es invencible. Descubrieron el hilo negro y el agua tibia.
¡Por supuesto que no es invencible!
Como tampoco es invencible esa mescolanza llamada alianza o coalición.
Suponer que un partido o una alianza es invencible, es negar la esencia misma de la democracia que tanto dicen defender los tres alegres compadres.
                                                                                 Archivo.
En la democracia se gana y se pierde. un voto hace la diferencia. Entonces ¿se trata de que quien gana se eternice en el poder?... ¿se trata de que no haya alternancia, la que tanto reclaman por la presencia de los caciques gobernadores del PRI?
La elección de guerrero demostró solamente que en el CEN del PRI, ese que encabeza Beatriz Paredes, la que ya se va –por fortuna dicen algunos- no se entendieron las lecciones de Oaxaca, Puebla y Sinaloa: que las fracturas internas cobran facturas con intereses.
Revise usted la lista de los triunfadores: Gabino Cué quiso ser candidato y se lo impidió roberto madrazo quien designó a Ulises Ruiz; Rafael Moreno Valle pretendió la candidatura de puebla y el mismo Madrazo junto con Melquiades Morales le cerraron el paso; Mario López Velarde busca la nominación y Beatriz junto con el gobernador saliente, se lo impidieron; Ángel Heladio Aguirre quería ser por el PRI, pero Beatriz se opuso.
¿Alguien aprende las lecciones? quizá Humberto Moreira, si deja de ser rijoso, si abandona el triunfalismo y se olvida del baile para concentrarse en su función política, entienda que las fracturas internas hacen perder al PRI.

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