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Por Jesús Michel Narváez
Del vocablo de la percepción pasó a los lamentos y de éstos a los pésames y más tarde a las condolencias.
Pero no varía su posición: la lucha contra el crimen organizado es la adecuada.
Surgen afirmaciones que dejan boquiabierto al boxeador con el maxilar fracturado: las masacres demuestran que la estrategia es correcta.
Brotan contradicciones: la matanza de jóvenes ocurrida en el Distrito Federal no tiene qué ver con el crimen organizado pero está comprobado que los muertos eran narcomenudistas y que tenían antecedentes penales.
Es el mundo de Valdés: todo al revés.
Si las masacres de jóvenes y no tan jóvenes; que se dan también entre federales y sicarios; que alcanzan a los indocumentados y a familias completas que no se detuvieron en un retén, son el síntoma del éxito, entonces preparémonos para un derramamiento de sangre generalizado.
A estas alturas ya no se sabe cuántas veces el presidente Calderón ha tenido que enviar sus condolencias –como si con ellas se regresara a la vida a quienes mueren en la guerra que inicio ya hace cuatro años- y cuántas más ha lanzado la arenga de unidos venceremos… divididos… uno tiene que entender, que perderemos.
No hay estado en donde no esté presente el crimen organizado… y el Distrito Federal, al que nos presentaban como la ínsula, como el paraíso de la seguridad, también está infectado, contaminado por el crimen organizado… siempre lo ha estado solamente que las autoridades no lo veían y no lo ven… por ello niegan que aquí, en la capital del país, existan capos o bandas. Olvidan que los operativos federales se llevan al cabo en el Pedregal de San Ángel o en las Lomas de Chapultepec para detener a los barones de las drogas y, que sepamos, ambas colonias están en el Distrito Federal
La violencia aumenta y el presidente ofrece condolencias.
La violencia aumenta y el secretario de Gobernación llama criminales sin escrúpulos a los que asesinan a jóvenes y defiende la estrategia.
La violencia aumenta y el secretario de gobierno del DF niega los vínculos con el crimen organizado pero reconoce que los muertos formaban parte de la banda de los narcomenudistas.
La violencia avanza y el secretario de Seguridad Pública no habla.
Crece la violencia y el secretario de Marina defiende la estrategia de esta guerra.
Crece la violencia y la Defensa Nacional no emite información alguna.
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