Las exigencias de Esparza

Por Jesús Michel Narváez

Cuando el 11 de octubre del año 2009 los trabajadores de Luz y Fuerza del Centro fueron sorprendidos por el decreto presidencial que extinguía la empresa, hubo de todo: aplausos y críticas… silbidos y ronroneos.

Durante un año, Martín Esparza buscó ser reconocido como dirigente del Sindicato Mexicano de Electricistas, no porque intentara reivindicar la existencia de la empresa que mexicanizó Adolfo López Mateos en 1960, sino para tener acceso a los miles de millones de pesos patrimonio del sindicato.

Negociaciones aquí y allá… diálogo, primero con Fernando Gómez Mont y posteriormente con Roberto Gil Zuarth, en ese entonces subsecretario de Gobernación y hoy secretario privado del presidente Calderón con funciones extraordinarias…finalmente con Francisco Blake Mora.

Durante un año, Javier Lozano, secretario del Trabajo y calificado de porro por no pocos líderes sindicales, no se cansó de señalar que la elección, la reelección de Esparza, había sido ilegal y por consecuencia la dependencia a su cargo le negaba la toma de nota, con lo cual Esparza y su equipo estaban impedidos para disponer de los millonarios recursos del sindicato.

De pronto y ante la sorpresa de medio mundo, el político y el sindical junto al partidista, la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje ordenó reponer el proceso de elección y fijó fecha para ella: nadie más que esparza se postuló… y ganó.

Desde ese momento, hace poco más de dos meses, Esparza cambió de actitud: comenzó a mostrarse en público con sus finos trajes… de pronto acudió a los eventos importantes del PRI… ya no hizo más declaraciones…

A su disposición están miles de millones de pesos… dirige un sindicato que no tiene patrón.

Pero ¿qué pasa con Martín Esparza y el Sindicato Mexicano de Electricistas?

Si bien no tienen patrón, Esparza y sus seguidores decidieron atacar a los trabajadores del sindicato que tiene el contrato de la Comisión Federal de Electricidad… 900 denuncias en contra de actos vandálicos, agresión física y daños en propiedad federal… nadie ha sido detenido.

Como si esto fuere poca cosa, el señor Esparza decidió organizar una marcha… otra más… pero no crea que en la lastimada ciudad de México sino en… ¡Toluca!

¿Y para qué?

Para exigirle al gobernador Enrique Peña Nieto que se defina si va o no a ser el candidato presidencial del PRI.

Frente a esta exigencia, surgen las dudas: ¿qué intereses representa el SME y el propio Esparza como para exigir una definición política?

¿Será cierto que la toma de nota tuvo como precio seguir haciendo desmanes en el Distrito Federal para mostrar que Marcelo Ebrard no tiene el control político?

¿Y que a ese precio también se suma el intento de desestabilizar al gobierno de Peña Nieto?

Sea lo que fuere, el señor Esparza y su sindicato sin empresa, no tienen facultades, ni como sociedad civil, de demandar definiciones, de dañar propiedad privada, de amedrentar a los trabajadores de la CFE y mucho menos agredir, ahora sí, a la sociedad civil.

Buscanos en twitter: @misionpolitica